Un día más con
vida narra la
historia de una guerra. La guerra de Angola. Una larga y cruenta contienda que
acabaría con el fin del colonialismo portugués en el país africano; y en la
que, en medio del caos, la confusión y el desorden, las fuerzas que luchaban
por el futuro gobierno de Angola dejaron numerosas víctimas mortales.
La historia está narrada desde el punto de
vista de su autor, Ryszard Kapuscinski, el único corresponsal de la Agencia
Polaca de Prensa. Kapuscinski decide quedarse en un país, del que ha huido todo
tipo de personas (bomberos, policías, ingenieros, ...), y que se encuentra
sumido en una horrible guerra. El autor la describe como "aquella ciega y
estúpida guerra de la que nadie sabía nada, en la que los adversarios no se
reconocían como tales hasta el último instante y en la que uno podía
(literalmente) perder la cabeza sin entrar en combate alguno, solo a causa del
terrible desorden imperante, de falta de información".
Kapuscinski es considerado uno de los mejores
reporteros de todos los tiempos por acciones como éstas. Por contar historias a
través de las personas que las viven día a día, por hacerlo desde el lugar
donde suceden, por ponerse en la piel de los más débiles y por jugarse la vida
para contar lo que está ocurriendo.
El corresponsal polaco explica que "la
guerra es una realidad sólo para aquellos que están apresados en su interior,
sangriento, sucio y repugnante. Para otros no es sino una página en un libro o
unas imágenes en una pantalla; nada más". Sin embargo, resulta
imprescindible la buena labor de estos corresponsales que narran guerras y cuentan
historias que, de no ser por ellos, quedarían impunes.
Un día más con
vida podría ser
un capítulo más de Ébano (1998), obra cumbre de Kapuscinski, que narra
diferentes historias del continente africano. Un libro que crea una interesante
visión de este continente. Kapuscinski comienza el libro diciendo que "salvo
por el nombre geográfico, África no existe". Pero son estas historias y
este tipo de informaciones las que deben situar a África en el plano
internacional.
La obra del maestro reportero en general, y Un día más con vida en concreto, resultan imprescindibles para estudiar el periodismo
internacional y el reporterismo, ya que permiten conocer al detalle tanto la
historia que cuenta (a través de personas con las que ha tratado, de anécdotas,
etc), como las formas de trabajo del corresponsal polaco, siempre en compromiso
con las personas y con la verdad. Unas formas de trabajo indispensables para
contar historias que nos permitan conocer y entender el mundo en el que
vivimos.
Buenas recomendaciones
ResponderEliminarMuchas gracias. Se hace lo que se puede ;)
Eliminar